LA SCHIENA

                                         

                                 Soledad -Savior

Esta noche no te sentí,

Fueron tus manos desconocidos navegantes

Perdidos y a la deriva

Con ansias de tocar tierra

De sucumbir de cualquier manera

Ante el derroche de vacía pasión.

Aun no sé si pasaste

O te anhelé tanto

Que terminé siéndote en mis dedos.

Estuviste, tal vez,

Pero no sentiste desplomarse mi cielo

En tu espalda

Solo zarandeaste la tierra

Y al final,

Cruzaste el borde de  la almohada,

Parecías dormido

Pero te habías  marchado.

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© Zaira Melissa Fonseca Tavera